21 de Enero de 2012
Sin acción premeditada, me avisaron de una visita rápida al cementerio de Villamuriel de Cerrato.
No sabía a qué me atenía, pues no lo conocía. Sin embargo, la sensación fue satisfactoria y busqué algunos puntos donde recrear la atmósfera que suscita.
Espacios sobrios, de hormigón y luz, donde la integración con la naturaleza juega un magnífico papel. Es la filosofía de este tipo de espacios.
Parece que la tierra nos llama...
Tinta y agua sobre papel.
Después me enteré de que es una obra de Gabriel Gallegos y Juan Carlos Sanz.
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