31/12/13

San Salvador de Cantamuda

Parece que el año pasado tuvimos una buena experiencia en la montaña palentina, así que para este fin de año repetimos, pero en otra zona. En este caso, San Salvador de Cantamuda.

Siempre viene bien desconectar un poco de un mundo que se vuelve loco cuando se acercan estas fechas, con gente todo el día por la calle a pesar del frío.

Nosotros también buscamos el frío (yo buscaba la nieve) pero a cambio, la zona de la Pernía nos regaló un fin de semana soleado que nos permitió hacer varias rutas de senderismo y gozar del espacio natural tan increíble que posee.

La primera ruta que realizamos fue la subida hasta una antena telefónica desde el mismo pueblo de San Salvador de Cantamuda, una ardua tarea para los desentrenados, que recompensa con unas maravillosas vistas de la montaña palentina por un lado, y de la zona de los embalses por otro.

Después dimos una vuelta por el pueblo más tranquila, donde fue inevitable pararse a dibujar la colegiata románica de San Salvador.

Al día siguiente decidimos acercarnos hasta Estalaya para hacer la subida hasta el llamado Roblón, un roble legendario de más de 500 años, pero que también ofrece unas estupendas vistas de todo el entorno a medida que se realiza la ruta.






Creo que nos estamos enamorando de la montaña palentina, por lo menos yo y mi sombra.
Gracias a todos los que compartieron conmigo estos momentos, que hacen que estos viajes sean experiencias inolvidables.