Proyecto Fin de Carrera

PFC: e l   p a t i o   d e   m i   c a s a
     edificio para centro de educación intantil y uso residencial

 alumno: guillermo gonzález sanz
 tutor: pedro luis gallego
 fecha: junio 2013
 e.t.s. arquitectura valladolid
 
LÁMINAS RESUMEN

 

MEMORIA DESCRIPTIVA REDUCIDA

La plaza del Caño Argales es un punto simbólico en el desarrollo fluvial de Valladolid, ya que por el subsuelo discurren dos cauces que se cruzan, el viaje de las Aguas de Argales y el ramal sur del Esgueva. Además, es un espacio irregular que se ha conformado como consecuencia de la dilatación urbana y de la cubrición del Esgueva Sur.

Existen varios elementos importantes en la plaza, como unos grandes árboles de hoja caduca, la fuente de cuatro caños y un kiosco. También es interesante el valor ambiental de algunos edificios, que configuran una fachada urbana.

La propuesta de reordenación urbana plantea, a escala general, la peatonalización parcial de la calle Panaderos, dentro de un proceso abierto, incorporando el carril bici y un camino escolar hacia el centro de la ciudad; y a escala parcial, la reorientación de las vistas hacia los elementos importantes de la plaza, generando espacios estanciales propios.

La estrategia general del proyecto se basa en hacer ciudad desde la arquitectura con dos elementos, la calle y el patio. La trama urbana se entiende como un sistema de calles y ‘patios urbanos’, donde la calle penetra en el edificio hasta el patio principal. En cada nivel del C.E.I. existe una calle y un patio de juego y a escala residencial se repite la estrategia.

El edificio presenta una fachada urbana que se integra contemporáneamente a través de un filtro de celosías y de los patios, que establecen una mayor relación con el espacio urbano. Mientras, al interior, se recrea un mundo naïf con una fachada planteada como un juego infantil a base de colores y números.

Las necesidades de las unidades familiares contemporáneas también forman parte del proyecto, dando respuesta al amplio abanico de nuevas formas de habitar existentes. El resultado es un bloque colectivo donde las zonas comunes cobran especial importancia como espacios de sociabilización que favorecen la conexión entre la vivienda y la ciudad.

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