Esta mañana me acerqué al Museo de la Ciencia de Valladolid para hacer un 'apunte de calle', recordando los primeros años de carrera cuando nos llevaron a dibujar algunos edificios como parte del programa de Análisis de Formas I.
El edificio en cuestión, obra de los arquitectos Rafael Moneo y Enrique de Teresa entre otros, pretendía hacer un 'efecto Guggenheim' en Valladolid, al rehabilitar la antigua fábrica de harinas 'El Palero', y además, convertirse en un símbolo de modernidad arquitectónica para la ciudad.
Aunque existen diversas opiniones al respecto, es imprescindible la visita de este complejo para poder valorarlo.