Este mediodía mi tío nos llevó a Becerril de Campos, donde pudimos ver la "nueva" Iglesia de San Pedro bajo el seudónimo de San Pedro Cultural. Se trata de una intervención muy interesante que trasciende el mero hecho de restaurar un edificio. La propuesta arquitectónica presenta una firme vocación astronómica, tanto desde el punto de vista científico y didáctico como desde el contemplativo y experiencial.
El estado previo del edificio se caracterizaba por el colapso de toda la estructura de cubierta (salvo algunos arcos) así como de uno de sus muros. Unas imágenes que se pueden encontrar si se rastrea un poco. El estado de ruina era evidente y, en palabras de los propios arquitectos, hablan de la iglesia como "un edificio a cielo abierto". Una descripción que se mantendrá metafóricamente.
En el intradós de la nueva cubierta, soportada por una serie de vigas de madera laminada que enfatizan el ritmo estructural, se recrea un estelario que simula con diodos las constelaciones del verano en estas latitudes. Este es el punto más llamativo del edificio, sin embargo, el elemento principal que justifica el interés astronómico del proyecto es el trazado de una línea meridiana que recorre el suelo y asciende por una pilastra. Un instrumento de medición y observación, fundamentalmente, pero que fascina y conmueve por su capacidad para explicar fenómenos tan extraordinarios como complejos.
Además, existen otros elementos interesantes que se pueden encontrar en la iglesia, tales como un péndulo de Foucault, un reloj de Sol de doble cara en el atrio y otras referencias que dejo descubrir a los visitantes.
Una visita muy recomendada para las personas amantes de la arquitectura, de la astronomía y curiosas en general.