Gracias al puente festivo del pasado fin de semana hicimos una ruta de un día por la zona de Valderredible, un valle cántabro que se entremezcla con las provincias de Palencia y Burgos.
El entorno presenta una belleza natural inmejorable y más aún en esta época del año en la que los tintes otoñales de los árboles crean una paleta multicolor genuina.
Además, esta zona se caracteriza por la existencia de un gran número de ermitas rupestres e iglesias románicas.
En esta ocasión, centré el apunte en la ermita de Arroyuelos (dedicada a los santos Ascilso y Victoria) que se sitúa en la parte superior del pueblo. A pesar de no encontrarnos a nadie (una sorpresa, grata, en cierto modo) su interior es accesible y se puede colaborar con un donativo voluntario en una hucha situada en la puerta.
Respecto a la formación rocosa exterior, cabe destacar la fuerte presencia que tiene sobre el visitante, la cual avanza en la parte superior del volumen para recoger la entrada de un modo orgánico. Los huecos practicados diferencian perfectamente lo original de la intervención (una lección de sensibilidad, aunque no creo que consciente) y el resultado puede recordar incluso a una estructura ósea.
Una vez dentro, el espacio es envolvente y de dimensiones reducidas. Sin embargo, se distinguen perfectamente las características topológicas de una iglesia cristiana: empezando por la orientación, una nave central rematada con un ábside, una nave lateral separada por un pórtico (de un solo pilar, central), arcos de herradura propios de la arquitectura mozárabe y bóvedas sensiblemente semicirculares.
También hay huellas en la piedra que evidencian la existencia de unos mechinales que formarían una segunda planta (de altura reducida), así como unas escaleras que permiten el ascenso a una especie de triforio situado en la parte superior del acceso.
Tengo que admitir que me ha impactado entender que lo importante fue mantener la estructura compositiva del espacio religioso, más allá del debate tectónico-estereotómico derivado de su proceso constructivo y de la necesidad (o no) de la forma, incluso existencia, de ciertos elementos estructurales.