El fin de semana pasado anduvimos en Piedrasluengas, la población más septentrional de la Montaña Palentina. Buscando la nieve nos topamos con un ambiente primaveral de sol agradable que invitaba a caminar por las rutas del lugar.
Si bien la formación rocosa más reconocible y cercana al pueblo es peña Labra, la ruta que hicimos fue en esa dirección, buscando la peña Abismo, y aunque no llegáramos, nos quedamos cerca.
Desde allí, este apunte panorámico de la Montaña Palentina como un mar pétreo que invita a respirar y a respetar el silencio sereno sólo interrumpido por la brisa del aire.
Gracias a la gente de Piedrasluengas por acogernos tan hospitalariamente y a la familia que nos acompaña.
Además, estreno libreta Moleskine en formato panorámico y papel de acuarela que me regaló Esther.
17/12/16
1/11/16
Ermita rupestre de Arroyuelos
Gracias al puente festivo del pasado fin de semana hicimos una ruta de un día por la zona de Valderredible, un valle cántabro que se entremezcla con las provincias de Palencia y Burgos.
El entorno presenta una belleza natural inmejorable y más aún en esta época del año en la que los tintes otoñales de los árboles crean una paleta multicolor genuina.
Además, esta zona se caracteriza por la existencia de un gran número de ermitas rupestres e iglesias románicas.
En esta ocasión, centré el apunte en la ermita de Arroyuelos (dedicada a los santos Ascilso y Victoria) que se sitúa en la parte superior del pueblo. A pesar de no encontrarnos a nadie (una sorpresa, grata, en cierto modo) su interior es accesible y se puede colaborar con un donativo voluntario en una hucha situada en la puerta.
Respecto a la formación rocosa exterior, cabe destacar la fuerte presencia que tiene sobre el visitante, la cual avanza en la parte superior del volumen para recoger la entrada de un modo orgánico. Los huecos practicados diferencian perfectamente lo original de la intervención (una lección de sensibilidad, aunque no creo que consciente) y el resultado puede recordar incluso a una estructura ósea.
Una vez dentro, el espacio es envolvente y de dimensiones reducidas. Sin embargo, se distinguen perfectamente las características topológicas de una iglesia cristiana: empezando por la orientación, una nave central rematada con un ábside, una nave lateral separada por un pórtico (de un solo pilar, central), arcos de herradura propios de la arquitectura mozárabe y bóvedas sensiblemente semicirculares.
También hay huellas en la piedra que evidencian la existencia de unos mechinales que formarían una segunda planta (de altura reducida), así como unas escaleras que permiten el ascenso a una especie de triforio situado en la parte superior del acceso.
Tengo que admitir que me ha impactado entender que lo importante fue mantener la estructura compositiva del espacio religioso, más allá del debate tectónico-estereotómico derivado de su proceso constructivo y de la necesidad (o no) de la forma, incluso existencia, de ciertos elementos estructurales.
El entorno presenta una belleza natural inmejorable y más aún en esta época del año en la que los tintes otoñales de los árboles crean una paleta multicolor genuina.
Además, esta zona se caracteriza por la existencia de un gran número de ermitas rupestres e iglesias románicas.
En esta ocasión, centré el apunte en la ermita de Arroyuelos (dedicada a los santos Ascilso y Victoria) que se sitúa en la parte superior del pueblo. A pesar de no encontrarnos a nadie (una sorpresa, grata, en cierto modo) su interior es accesible y se puede colaborar con un donativo voluntario en una hucha situada en la puerta.
Respecto a la formación rocosa exterior, cabe destacar la fuerte presencia que tiene sobre el visitante, la cual avanza en la parte superior del volumen para recoger la entrada de un modo orgánico. Los huecos practicados diferencian perfectamente lo original de la intervención (una lección de sensibilidad, aunque no creo que consciente) y el resultado puede recordar incluso a una estructura ósea.
Una vez dentro, el espacio es envolvente y de dimensiones reducidas. Sin embargo, se distinguen perfectamente las características topológicas de una iglesia cristiana: empezando por la orientación, una nave central rematada con un ábside, una nave lateral separada por un pórtico (de un solo pilar, central), arcos de herradura propios de la arquitectura mozárabe y bóvedas sensiblemente semicirculares.
También hay huellas en la piedra que evidencian la existencia de unos mechinales que formarían una segunda planta (de altura reducida), así como unas escaleras que permiten el ascenso a una especie de triforio situado en la parte superior del acceso.
Tengo que admitir que me ha impactado entender que lo importante fue mantener la estructura compositiva del espacio religioso, más allá del debate tectónico-estereotómico derivado de su proceso constructivo y de la necesidad (o no) de la forma, incluso existencia, de ciertos elementos estructurales.
12/9/16
Mercado de Santa Caterina. Barcelona
Tras otra jornada fugaz en la Cuidad Condal, aproveché media hora escasa para acercarme al mercado de Santa Caterina y hacer un boceto rápido.
Se trata de una cubierta flotante sobre un edificio existente (más bien de un "espacio") en la que destaca el exterior colorido cerámico del mosaico con alusión directa a los motivos frutales y al interior la calidez de la madera combinada con una estructura principal metálica donde cada elemento se desintegra o disgrega para crear un conjunto escultórico y dinámico, siempre desde la perfecta comprensión del hecho constructivo.
El apunte es rápido, sin color y a tinta sobre unas trazas vagas de lápiz visto desde la entrada principal. Mucha gente, mucho sol, mucha prisa...
Se trata de una cubierta flotante sobre un edificio existente (más bien de un "espacio") en la que destaca el exterior colorido cerámico del mosaico con alusión directa a los motivos frutales y al interior la calidez de la madera combinada con una estructura principal metálica donde cada elemento se desintegra o disgrega para crear un conjunto escultórico y dinámico, siempre desde la perfecta comprensión del hecho constructivo.
El apunte es rápido, sin color y a tinta sobre unas trazas vagas de lápiz visto desde la entrada principal. Mucha gente, mucho sol, mucha prisa...
16/8/16
Iglesia rupestre Santos Justo y Pastor. Olleros de Pisuerga
Hacía mucho desde la última entrada... :)
Aprovechando el puente del 15 de Agosto, nos fuimos de ruta a la zona de Las Tuerces, un increíble enclave paisajístico declarado Lugar de Interés Cultural donde lo más llamativo es el aspecto que han adquirido las formaciones rocosas por efecto de la erosión. Un lugar de paseo, contemplación y contacto con la naturaleza y el tiempo.
Lástima no hacer ningún apunte, ya que me dejé el material en el coche... espero que haya otras ocasiones.
Tras la ruta, nos acercamos fugazmente a Olleros de Pisuerga para visitar la iglesia rupestre de Santos Justo y Pastor. Se trata de una cueva con origen eremítico, con origen entre los siglos IX y X, excavada en el Monte Cildá el cual ejerce la función de fachada principal junto con la espadaña tardía que representa el hito arquitectónico.
En su interior se aprecian varias épocas de "construcción" así como reminiscencias del estilo románico en la configuración espacial de las bóvedas de cañón. Cobran también especial importancia los "pilares" originales, que son continuidad de la misma montaña pero con un tallado que imita columnas.
Finalmente, también se encuentra algún vestigio que evidencia un interior con pinturas rupestres.
Se trata de un ejemplo de arquitectura rupestre que merece la pena visitar por sus grandes dimensiones y buen estado de conservación.
Gracias a Esther por la compañía, como siempre ;)
Aprovechando el puente del 15 de Agosto, nos fuimos de ruta a la zona de Las Tuerces, un increíble enclave paisajístico declarado Lugar de Interés Cultural donde lo más llamativo es el aspecto que han adquirido las formaciones rocosas por efecto de la erosión. Un lugar de paseo, contemplación y contacto con la naturaleza y el tiempo.
Lástima no hacer ningún apunte, ya que me dejé el material en el coche... espero que haya otras ocasiones.
Tras la ruta, nos acercamos fugazmente a Olleros de Pisuerga para visitar la iglesia rupestre de Santos Justo y Pastor. Se trata de una cueva con origen eremítico, con origen entre los siglos IX y X, excavada en el Monte Cildá el cual ejerce la función de fachada principal junto con la espadaña tardía que representa el hito arquitectónico.
En su interior se aprecian varias épocas de "construcción" así como reminiscencias del estilo románico en la configuración espacial de las bóvedas de cañón. Cobran también especial importancia los "pilares" originales, que son continuidad de la misma montaña pero con un tallado que imita columnas.
Finalmente, también se encuentra algún vestigio que evidencia un interior con pinturas rupestres.
Se trata de un ejemplo de arquitectura rupestre que merece la pena visitar por sus grandes dimensiones y buen estado de conservación.
Gracias a Esther por la compañía, como siempre ;)
31/3/16
Casa Batlló. Barcelona
Vista "express" a Barcelona. En menos de una semana he pasado el día en 5 comunidades autónomas diferentes del territorio español.
En este caso, me sobraba algo de tiempo, pero no mucho. Así que decidí acercarme a la Casa Batlló, obra de Antonio Gaudí en el Paseo de Gracia. Como es un edificio sobradamente conocido, me ahorro la descripción del mismo.
Únicamente hacer referencia a los numerosos grupos de personas que pasan de continuo por delante, un martes, sin ser fiesta (post-SemanaSanta).
El apunte está hecho rápidamente en 5 min, sin prestar mucho cuidado en los detalles pero dando un toque de color que caracteriza la fachada junto a sus formas ondulantes.
En este caso, me sobraba algo de tiempo, pero no mucho. Así que decidí acercarme a la Casa Batlló, obra de Antonio Gaudí en el Paseo de Gracia. Como es un edificio sobradamente conocido, me ahorro la descripción del mismo.
Únicamente hacer referencia a los numerosos grupos de personas que pasan de continuo por delante, un martes, sin ser fiesta (post-SemanaSanta).
El apunte está hecho rápidamente en 5 min, sin prestar mucho cuidado en los detalles pero dando un toque de color que caracteriza la fachada junto a sus formas ondulantes.
28/3/16
Gaztelugatxe - Bermeo
A lo largo de estos días vacacionales hemos recorrido diversos puntos de Cantabria y País Vasco: Puente Viesgo, Sel de la Carrera, Bermeo y Guernica. Hemos elegido estos destinos porque permiten pequeñas rutas a través de parajes naturales interesantes.
En Sel de la Carrera subimos al monte de Cildá, donde se encuentra un vértice geodésico. En Bermeo visitamos el Santuario de San Juan de Gaztelugatxe. Y de camino a Guernica los bosques de Oma, una obra de Land Art de Agustín Ibarrola, en la que los juegos de perspectivas invitan a "mirar" la naturaleza desde otro punto de vista.
En este recorrido solo realicé un dibujo, bien porque las condiciones meteorológicas no eran adecuadas o bien porque el bullicio de visitantes incomodaba la práctica. Me quedé con la vista de Gaztelugatxe, por la singular ubicación en un islote conectado por un puente y porque hay un mirador más tranquilo y menos concurrido que el propio trayecto.
Sin lugar a dudas, la característica más representativa de este conjunto es el enclave paisajístico unido a un largo recorrido de acceso que ofrece una secuencia de visiones enlazadas: la aproximación para contextualizar la escala del objeto; el propio recorrido de escaleras como si se tratara de un muro continuo; la llegada a la ermita para contemplar la inmensidad del mar; y el regreso por el mismo camino pero con cierta sensación de "vértigo laberíntico".
El único inconveniente fue el gran número de personas, ya que convertimos (me incluyo) un espacio natural humanizado, en un objeto turístico masificado.
En Sel de la Carrera subimos al monte de Cildá, donde se encuentra un vértice geodésico. En Bermeo visitamos el Santuario de San Juan de Gaztelugatxe. Y de camino a Guernica los bosques de Oma, una obra de Land Art de Agustín Ibarrola, en la que los juegos de perspectivas invitan a "mirar" la naturaleza desde otro punto de vista.
En este recorrido solo realicé un dibujo, bien porque las condiciones meteorológicas no eran adecuadas o bien porque el bullicio de visitantes incomodaba la práctica. Me quedé con la vista de Gaztelugatxe, por la singular ubicación en un islote conectado por un puente y porque hay un mirador más tranquilo y menos concurrido que el propio trayecto.
Sin lugar a dudas, la característica más representativa de este conjunto es el enclave paisajístico unido a un largo recorrido de acceso que ofrece una secuencia de visiones enlazadas: la aproximación para contextualizar la escala del objeto; el propio recorrido de escaleras como si se tratara de un muro continuo; la llegada a la ermita para contemplar la inmensidad del mar; y el regreso por el mismo camino pero con cierta sensación de "vértigo laberíntico".
El único inconveniente fue el gran número de personas, ya que convertimos (me incluyo) un espacio natural humanizado, en un objeto turístico masificado.
17/2/16
Casa-Palacio del Duque del Infantado. Madrid
Este mes toca ración doble.
En esta ocasión presento la casa-palacio del Duque del Infantado, un edificio con origen en el siglo XVIII que se construyó como tercera residencia en Madrid, dentro del barrio de La Latina.
Arquitectónicamente es una pieza sencilla y de estilo clásico, con un semisótano de granito y dos plantas que se materializan con muros de fábrica y entramado de madera. La composición de las fachadas diferencia las dos plantas sobre rasante a través del recercado de los huecos y se remata con un bajocubierta abuhardillado de madera.
Además, el edificio tiene incoado un expediente como Bien de Interés Cultural desde el año 1977 por parte de la Comunidad de Madrid.
En el año 2000, la Fundación San Pablo CEU adquiere el edificio y lo adapta para uso docente y cultural, acometiendo una rehabilitación bastante intensa.
En la actualidad, el inmueble ha sido comprado por MAHOU para crear un Museo de la Cerveza. El proyecto se sacó a concurso y el fallo fue a favor del arquitecto Héctor Fernández Elorza.
La intervención propone la puesta en valor de la estructura existente, limitando las nuevas construcciones a una espina central de comunicaciones y un graderío en la fachada medianera que define un perfil reconocible desde el exterior y otorga unas magníficas vistas a la parte superior de la Real Basílica de San Francisco El Grande. (más del proyecto en Metalocus)
Por este motivo, la perspectiva elegida es en proyección hacia dicha basílica.
Habrá que visitar el edificio cuando esté terminado para comprobar el resultado.
En esta ocasión presento la casa-palacio del Duque del Infantado, un edificio con origen en el siglo XVIII que se construyó como tercera residencia en Madrid, dentro del barrio de La Latina.
Arquitectónicamente es una pieza sencilla y de estilo clásico, con un semisótano de granito y dos plantas que se materializan con muros de fábrica y entramado de madera. La composición de las fachadas diferencia las dos plantas sobre rasante a través del recercado de los huecos y se remata con un bajocubierta abuhardillado de madera.
Además, el edificio tiene incoado un expediente como Bien de Interés Cultural desde el año 1977 por parte de la Comunidad de Madrid.
En el año 2000, la Fundación San Pablo CEU adquiere el edificio y lo adapta para uso docente y cultural, acometiendo una rehabilitación bastante intensa.
En la actualidad, el inmueble ha sido comprado por MAHOU para crear un Museo de la Cerveza. El proyecto se sacó a concurso y el fallo fue a favor del arquitecto Héctor Fernández Elorza.
La intervención propone la puesta en valor de la estructura existente, limitando las nuevas construcciones a una espina central de comunicaciones y un graderío en la fachada medianera que define un perfil reconocible desde el exterior y otorga unas magníficas vistas a la parte superior de la Real Basílica de San Francisco El Grande. (más del proyecto en Metalocus)
Por este motivo, la perspectiva elegida es en proyección hacia dicha basílica.
Habrá que visitar el edificio cuando esté terminado para comprobar el resultado.
4/2/16
La fábrica del canal. Abarca de campos
Hoy ha tocado visita a la antigua fábrica de harinas de Abarca de campos. Esta vez, el viaje se debe a motivos estrictamente profesionales, pero eso no tiene gran repercusión aquí.
Esta fábrica es un magnífico ejemplo de las edificaciones industriales vinculadas al Canal de Castilla, una gran obra de ingeniería del siglo XVIII utilizada para el transporte de mercancías en barcas. La construcción se ubica al lado de la esclusa número 1 del ramal de Campos, lo que suele ser habitual ya que se aprovechaba el salto de agua para la generación de energía. En este caso, la molienda del trigo.
La harinera data de 1854 y estuvo en funcionamiento activo hasta 1979. A finales del siglo XX y principios del XXI se utilizó como centro de arte y actualmente abre sus puertas como restaurante. El conjunto está declarado Bien de Interés Cultural y se está llevando a cabo un proyecto para poner en valor este espacio y proporcionar una oferta variada de actividades (museo, exposiciones, hotel rural...) de la que el restaurante forma la primera fase del mismo.
Se diferencian tres cuerpos adosados envueltos por gruesos muros de fábrica. Uno de ellos es un verdadero "edificio-máquina" en el que se conserva toda la maquinaria original y se puede ver todo el proceso de molienda. El resto debió dedicarse a almacenaje y diversas estancias para operarios. Destaca la sencillez constructiva propia de este tipo de arquitectura industrial formada, esencialmente, por muros perimetrales de fábrica y un interior de pórticos de pies derechos y vigas de madera que acotan el espacio y permiten salvar las luces del forjado con viguetas de madera biapoyadas y de pequeña escuadría. Todo ello, respetado para que pueda ser descubierto por los visitantes.
El apunte en este caso es exterior para mostrar el enclave paisajístico y su vinculación con el canal.
Sin lugar a dudas, un lugar altamente recomendable tanto por su entorno natural como por la historia del edificio. El restaurante habrá que probarlo algún día...
Esta fábrica es un magnífico ejemplo de las edificaciones industriales vinculadas al Canal de Castilla, una gran obra de ingeniería del siglo XVIII utilizada para el transporte de mercancías en barcas. La construcción se ubica al lado de la esclusa número 1 del ramal de Campos, lo que suele ser habitual ya que se aprovechaba el salto de agua para la generación de energía. En este caso, la molienda del trigo.
La harinera data de 1854 y estuvo en funcionamiento activo hasta 1979. A finales del siglo XX y principios del XXI se utilizó como centro de arte y actualmente abre sus puertas como restaurante. El conjunto está declarado Bien de Interés Cultural y se está llevando a cabo un proyecto para poner en valor este espacio y proporcionar una oferta variada de actividades (museo, exposiciones, hotel rural...) de la que el restaurante forma la primera fase del mismo.
Se diferencian tres cuerpos adosados envueltos por gruesos muros de fábrica. Uno de ellos es un verdadero "edificio-máquina" en el que se conserva toda la maquinaria original y se puede ver todo el proceso de molienda. El resto debió dedicarse a almacenaje y diversas estancias para operarios. Destaca la sencillez constructiva propia de este tipo de arquitectura industrial formada, esencialmente, por muros perimetrales de fábrica y un interior de pórticos de pies derechos y vigas de madera que acotan el espacio y permiten salvar las luces del forjado con viguetas de madera biapoyadas y de pequeña escuadría. Todo ello, respetado para que pueda ser descubierto por los visitantes.
El apunte en este caso es exterior para mostrar el enclave paisajístico y su vinculación con el canal.
Sin lugar a dudas, un lugar altamente recomendable tanto por su entorno natural como por la historia del edificio. El restaurante habrá que probarlo algún día...
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